Casa Columnas Sobre las propuestas legislativas de Chile Vamos. Comunicado del Movimiento de Acción Migrante

Sobre las propuestas legislativas de Chile Vamos. Comunicado del Movimiento de Acción Migrante

Sobre las propuestas legislativas de Chile Vamos. Comunicado del Movimiento de Acción Migrante
No podemos dejar de leer la propuesta Chile Vamos sin atender a que estamos en periodo preelectoral y saliendo de uno con un nivel de descrédito de las fuerzas políticas importante.
Como Movimiento Acción Migrante nos preocupa esa situación porque en otras partes del mundo, ya se ha usado la xenofobia, el racismo y la discriminación para culpabilizar a las personas inmigrantes y derivar los temas centrales que motivan la falta de legitimidad de las fuerzas.
 
Fomentar “la amenaza” de l@s inmigrantes estimulando sentimientos primarios, prejuicios, estereotipos sobre la delincuencia, la inseguridad en el trabajo y la incertidumbre hacia el futuro, permite que ante el miedo no se razone y se opte por la conducta que aparece como más securizante.
  
Se insiste en resaltar que las personas en movilidad cometen delitos, pero sin quitarle la importancia, sabemos que no representan más que el 1% del total de l@s migrantes. Investigaciones de la Universidad de Talca, de la Defensoría Penal Pública e incluso de Carabineros señalan que no constituyen niveles preocupantes para la sociedad.
 Ponerle el foco a ese 1%  tiene la única finalidad de satanizar a tod@s l@s inmigrantes y crear un manto de sospecha sobre todos y todas posicionando un tema útil con fines electorales.
 
El proyecto Vamos Chile propone una visa consular; multar y expulsar a inmigrantes que cometan infracciones a una serie de requisitos de permanencia que debieran ser presentados cada seis meses, siendo parte importante de ellos acreditar un mínimo de patrimonio. Los parlamentarios que hacen estas propuestas evidentemente no están al tanto de los estándares internacionales de derechos humanos en el tema migratorio y los tratados y convenciones que Chile  firmado y que por el articulo 5° de la Constitución Política de Chile “ es deber de los órganos del estado respetar y promover tales derechos garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”
 
La visa consular de manera única y sin otras visas, genera de por si irregularidad como nos lo ha mostrado por ejemplo el caso de República Dominicana,  porque quien se decide a venir lo hará igual y quien desconoce o cae en manos de traficantes. No asegura resultados, puede establecerse este sistema si se quiere pero no de manera única y excluyente.
En cuanto a las multas y expulsión, por demás está decir que dicho proyecto no contempla el debido proceso por lo que no puede ser deportado de inmediato, pero lo más alarmante es que siguen confundiendo delito con falta administrativa poniendo una condena  igual, en ambas condiciones, cuando la irregularidad no es delito, es una falta que puede darse en muchos casos, como producto del propio sistema de regularización.
 
La actual legislación genera una parte de la irregularidad de forma sistémica y está probado en el mundo que más restricciones lo único que logran es mayor irregularidad y peores condiciones para las personas en movilidad humana; por lo que pretender establecer una barrera adicional no es solución de nada. Hay un problema de concepto y es el hecho de creer que una ley que no tiene en cuenta la vida misma la va a transformar por su sola fuerza.
 
Como MAM venimos hablando desde hace tiempo, que los más sano es dar una visa de uso múltiple para cualquier actividad lícita (trabajar, estudiar, etc) permita tener cedula de identidad, contrato de trabajo, cotizar,etc. Con este sistema se sabe quiénes están en Chile, se  puede evitar gran parte de los inconvenientes para el Estado y para las personas en movilidad. La irregularidad baja notoriamente, y  todos los delincuentes (coyotes, fabricantes de contratos falso, organizaciones de trata,etc) se quedan sin mercado.
 
La seguridad de los estados en el siglo XXI debiera orientarse a criterios democráticos, inclusivos respetuosos de los derechos humanos y la legislación internacional en la materia. 
Esperamos que la madurez de las fuerzas de cambio real de la sociedad puedan frenar los impulsos excluyentes, desintegradores que en la lucha electoral afloran como solución a la imposición de sus intereses fácticos de siempre.

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