“Cuando llegaste, yo no tenía nada, parecía desnuda, y saqueada, paupérrima, anodina como las materias más plebeyas. La pobreza pura y el tedio y una viva repugnancia de vivir. Todo lo has mudado tú y espero que lo hayas visto”. Gabriela Mistral a Doris Dana.
“Mi Hitler Criollo: Me encantó ver hoy la alegría en tus ojos por la visita del Papa. Es un día único en que este mensajero de la vida nos visita y siéntete orgulloso de poder ver a esta santidad, tan orgulloso como me siento yo de tenerte algunos días a solas en mi casa de Las Condes. ¿Cuándo vendrás a visitarme? Te puedo preparar una rica carne cocida, como te gusta a ti y podemos aprovechar de repasar algo las enseñanzas de Escrivá. Tuyo, Jaime” De Jaime Guzmán a Pablo Longueira.
Gabriela Mistral y Jaime Guzmán dos chilenos de renombre. Influyentes en la vida intelectual y política del país. Nombres que han ayudado a internacionalizar el nombre de Chile. Ella, lesbiana. Él, homosexual. Para Chile, sin embargo, la sexualidad de sus famosos es un capítulo abundante en omisiones y justificaciones, que ha provocado las reacciones adversas de quienes creen en las estatuas, en la perfección del ser humano, en que existen fábricas para crear y diseñar personas como ninguno de ellos ni de nosotros logrará ser jamás. Falacia. Falsa moral de un país feliz mintiéndose a sí mismo.
Escuche y vea el comentario íntegro.
Deja una respuesta
Usted debe ser conectado para publicar un comentario.