Milton, un “pájaro mochilero”

A través de los recuerdos de su hermana Nancy, descubrimos parte de la vida de Milton Domínguez, un caleño con un “espíritu aventurero” que buscó nuevos caminos en Chile, pero se encontró con una violencia desmedida. “Entre todos dijimos que vamos a hacer un acto de paz. Vamos a comprometernos con nosotros mismos y no queremos venganza. Solo que se generen las acciones frente a un acto criminal. Lo sentimos mucho por esas familias que deben estar tan quebradas como nosotros”, dice la hermana.

“Milton fue mi referente de bondad. Cuando yo necesitaba un refuerzo de bondad iba a los recuerdos y a su comportamiento. Un hombre muy bondadoso. Él se sacaba la comida de la boca para dársela a otros”.

Así describe Nancy Domínguez a su hermano Milton, mientras se le quiebra la voz. Dice que era muy inteligente, y hace énfasis en que en sus estudios primarios y secundarios lo adelantaban de curso por ser aventajado en sus conocimientos.

También destaca que a lo largo de su vida adquirió diversas habilidades. Entre ellas se encuentran la modistería, artesanía, gastronomía y el dominio en mantención e instalación de paneles solares. Esta última actividad lo llevó a entrar a Chile, el 11 de abril del año 2021, para buscar oportunidades en ese campo. La travesía la hizo por tierra y le llevó dos meses.

Nunca contrajo matrimonio y solo tuvo un hijo, quien ahora es adulto y se encuentra destrozado por lo sucedido a su padre.

«Él poseía un alma libre», relata Nancy, de 66 años, quien señala que por eso en la casa le decían “el pájaro”. Milton estaba en proceso de escribir un libro, y compartió los primeros capítulos con su hermana. El título de la obra sería «El pájaro mochilero», y esas páginas describirían de manera precisa su espíritu aventurero.

Ella asegura que tenían comunicación constante y que su hermano no era un mendigo, como se ha querido comunicar, dado que él buscaba todos los medios para ganarse la vida. De hecho, cuando ocurrió el crimen, Milton se dedicaba a cuidar autos vestido con un chaleco reflectante amarillo en la ciudad de Iquique, cerca de la catedral.

Cuatro marinos, que estaban en la ciudad porteña por el Día de las Glorias Navales, que se conmemoraba el fin se semana, estaban borrachos. Los ahora ex funcionarios de la Armada regresaban de frecuentar bares y burdeles, según el Ministerio Público. De acuerdo con las primeras versiones, una turba se cruzó con ellos y fueron víctimas de un asalto, por lo cual posteriormente descargaron su odio contra Milton.

Sin embargo, la información que le llegó a su hermana Nancy, después de la primera audiencia, fue otra. “Según las evidencias se ve que ellos (los agresores) no fueron robados, sino que estaban en una riña (con otro grupo de personas) y Milton estaba a un lado” sin hacer parte, dice la hermana.

«Quedé suspendida; fue lo más espantoso que yo, Nancy Domínguez, he vivido hasta ahora», describe la mujer con angustia el momento en que vio el video de su hermano por primera vez.

Desde la sala de su casa en la ciudad de Cali en el barrio San Fernando, ella relata que recibió las imágenes a través de WhatsApp al día siguiente, el sábado 20 de mayo, cerca del mediodía. Dichas imágenes ya habían sido difundidas por varios medios chilenos. Las recibió de un familiar con la intención de corroborar si la persona que aparecía en ellas, quien fue brutalmente golpeada, era Milton o no.

“Yo nunca creí que la sevicia se fuera ensañar con una persona discapacitada y de una edad avanzada”, relata Nancy mientras habla sobre el asesinato de su hermano, un hombre de 60 años quien había contraído una infección fúngica en un baño público, la cual no fue tratada a tiempo debido a la falta de un documento de identificación chileno. Como consecuencia, tuvo que someterse a la amputación de su pierna derecha.

Después de confirmar que la víctima era su hermano, Nancy y sus familiares tuvieron que enfrentarse a la difícil situación de comunicarle la noticia a Diomira Moreno de Domínguez, su madre, una mujer de 84 años que se encuentra medicada y aún en duelo porque recientemente también murió su esposo a los 99 años, por causas naturales, y el hijo mayor debido a una enfermedad.

Menciona que fue difícil “dar la noticia a mi mamá que llevaba dos muertes haciendo duelo, y esta la tercera muerte, en esas condiciones, yo decía ‘¿cómo le doy la noticia a mi madre?’”, narra Nancy. Finalmente, le contaron que su hijo había fallecido por una agresión, pero sin ser específicos en muchos detalles. “Tampoco le dejaremos ver los videos mientras nosotros estemos vivos”, agrega.

“Al principio da una ira inconmensurable. Uno piensa muchas cosas. Pero entre todos dijimos que vamos a hacer un acto de paz. Vamos a comprometernos con nosotros mismos y no queremos venganza. Solo que se generen las acciones frente a un acto criminal, porque Chile tendrá sus instituciones y en un hecho de estos habrá consecuencias”, menciona Nancy.

“Pero nosotros perdonamos desde ya, hicimos un perdón para esos niños (los agresores) que servían a la patria, que vienen de unas familias, seguramente muy trabajadoras (…). Lo sentimos mucho por esas familias que deben estar tan quebradas como nosotros” agrega.

Sin embargo, Nancy menciona que el perdón no significa que no se haga justicia: “Que se haga justicia porque esto tiene consecuencia. Un acto malo tiene consecuencias y las consecuencias ya las tomará el país”.

Ahora su familia enfrenta el dilema de la repatriación de cuerpo que no es sencilla ni tampoco económica. “No tenemos las posibilidades económicas. Estamos en un momento del país inflacionario, donde tenemos que cuidar mucho los recursos. En este momento no hay 50 millones de pesos colombianos (11 mil 300 dólares) que cuenta repatriar y todos los gastos anexos que hay que hacer”, dice Nancy, quien agrega que hasta el momento no han recibido ningún apoyo de entidades gubernamentales ni de Colombia ni de Chile.  

“Cuando yo veo cuadro por cuadro la forma de ataque, él estando privado (inconsciente), yo digo que es un acto de xenofobia. También lo digo porque son unos jóvenes que tenían una investidura de poder militar, entonces ese poder, inconscientemente, les permite hacer ese tipo de actos xenofóbicos, teniendo en cuenta que Chile está recibiendo inmigrantes”, dice Nancy, quien también hace énfasis en las palabras que su hermano Milton dio en medio de una entrevista al Hogar de Cristo, entidad que lo ayudó en su momento y por la cual ella agradece:

“No toda la gente que migra acá a Chile es mala, No todos son malos. Deberían de conocer los campamentos donde están instalados los migrantes para que vean la gente cómo vive. En pésimo estado se vive allá. Se sufre por comida, se sufre por agua. Y eso es difícil. La gente se cansa de estar aguantando hambre”.

Deja una respuesta