Casa Columnas Quiero ser menos «psicopatriota»

Quiero ser menos «psicopatriota»

Quiero ser menos «psicopatriota»

1Tal vez esto es lo más impopular que he escrito. Resultaría más fácil apoyarme en el desbordado patriotismo que nos caracteriza y me iría mejor. Sin embargo, en esta ocasión, precisamente de eso hablaré: del patriotismo… o mejor, del «Psicopatriotismo», término que ni siquiera existe pero que me quedó en la cabeza cuando se lo escuché a un humorista chileno.

El «psicopatriotismo», o lo que algunos llaman, el chovinismo, se refiere a convencernos a nosotros mismos que nuestra patria es la mejor de todas, que tenemos la mejor comida, que nuestra música es la mejor, que somos los más emprendedores y los más echados pa’ lante.

Yo crecí escuchando la frase: «A cualquier parte del mundo que uno vaya, se encuentra a un colombiano. Es que nosotros somo los más andariegos». En el año ’98, cuando por primera vez llegué a Chile, sufrí algo de desencanto cuando escuché, aunque con otros modismos, a varios chilenos decir lo mismo.

Si, los colombianos tenemos varias características que nos diferencian de otras nacionalidades, y eso es fascinante. Pero ser diferente, no significa ser mejor y menos tener el derecho de mirar por encima del hombro a los demás, porque tal vez sin darnos cuenta, podemos llegar a ofender. No lo digo solamente por mis compatriotas, el «psicopatriotismo» es un mal que afecta a personas de cualquier procedencia.

Al transcurrir el tiempo, tuve la oportunidad de viajar más, y fue ahí cuando el desencanto fue creciendo al darme cuenta que los colombianos no eramos los únicos que aplaudíamos en los aviones, que las colombianas no son las únicas bellas, que no somos los que bailamos mejor (mmmm bueno, eso si, je je je), en fin, que todo era producto de un desmesurado patriotismo, o «psicopatriotismo», culpable incluso de que hoy en día, algunos estén dispuestos a darse puños con otros por su Selección de fútbol. Y si no me cree, recuerde el bochornoso episodio en las pasadas eliminatorias al mundial de Brasil, cuando varios colombianos y chilenos se agarraron por el color de una camiseta.

Ya presiento las críticas diciendo que soy un anti patriota, y no creo que sea cierto. No confunda el término Patriotismo. Mi sentimiento hacia la tierra que me vio nacer está más intacto que nunca; extraño las comidas, mis amigos, su ambiente y muchas otras cosas; sin embargo creo que mi sentimiento va más allá de creerme el mejor porque nací en Colombia. Con los años, he aprendido a disfrutar de la comida peruana, los paisajes chilenos, la música cubana, admirar el emprendimiento judío, la amabilidad de un ecuatoriano; en Europa, aprendí que ahí también es un buen «vividero».

Por mi parte, seguiré usando la camiseta de la Selección, disfrutaré de un vallenato, me seguiré sintiendo orgulloso de mi cultura, seguiré extrañando un pandebono o un buñuelo… pero siempre sabiendo que así como yo tengo un bonito sentimiento por mi país, otros también sienten lo mismo por los suyos. Intentaré ser un poco menos «psicopatriota».

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